Receta: Alcachofas de Tudela a la Navarra

Alcachofas de Tudela a la Navarra

Hoy os presentamos una receta muy típica de la Comunidad Foral de Navarra y que, además, es muy fácil de elaborar. la alcachofa con jamón a la Navarra. La alcachofa es amiga del hígado, depurativa y también digestiva. Es una excelente fuente de calcio y fósforo aunque también contiene otros minerales como potasio, hierro, magnesio y zinc. Además, sirven para eliminar grasas y regular el colesterol.

Alcachofas de Tudela a la Navarra

Ingredientes

Elaboración

Ponemos en una cazuela unas cucharadas de aceite de oliva virgen extra. Añadimos la cebolla troceada y el ajo picado. Lo dejamos rehogar y incorporamos el jamón ibérico de bellota Joselito troceado. Cuando las verduras y el jamón hayan cogido sabor, agregamos los corazones de alcachofas de Tudela La Catedral de Navarra. Lo dejamos a fuego suave unos minutos y listo.

¿Por qué La Catedral de Navarra?

Porque La Catedral de Navarra es una de las más prestigiosas marcas de conservas vegetales de la huerta de Navarra. Una de las bases sobre las que se sustenta la empresa es que la región navarra les regala la exquisitez del producto mientras que ellos solo la preservan para los paladares más exigentes.

La Catedral de Navarra es la gran apuesta de la familia Sainz, que lleva más de 70 años en el sector de las conservas vegetales gracias a su compromiso con la calidad y a su respeto por los productos naturales. El esfuerzo de investigación de La Catedral de Navarra se dirige a mantener intactos el sabor, la textura y la franqueza de las verduras recién cosechadas. Los frutos son elaborados y conservados nada más llegar del campo, y cada paso del proceso vela por que no se pierda ni una pizca de su autenticidad.

Historia de LC

La historia de La Catedral de Navarra se remonta a la primera mitad del siglo pasado. Durante la Guerra Civil Española, las madres de los soldados ya conservaban vegetales, guisos y patés para sus hijos, y en la posguerra era también fundamental guardar el máximo de alimentos en su temporada para disponer de ellos todo el año. Las conservas se convirtieron en algo necesario y cotidiano, sobre todo en regiones como la ribera navarra, donde la fértil huerta regalaba productos exquisitos que merecía la pena guardar.

Petra López, abuela del actual propietario de La Catedral de Navarra, comenzó entonces en Mendavia un pequeño negocio de cerrado de botes, combinando el conocimiento del campo con un marcado carácter emprendedor. Ella y su familia sellaban con estaño tanto sus propias conservas vegetales como las que preparaba en sus casas la gente del pueblo. A mediados de los años 40 vendían ya alcachofas, tomate, pimientos, espárragos blancos y puerros. Desde entonces, todos los esfuerzos de la familia se han dirigido a obtener las mejores verduras y conservar intacto su sabor, lo que ha convertido a La Catedral de Navarra en un sinónimo de calidad.

Sinónimo de calidad

Los productos de La Catedral de Navarra poseen numerosos certificados de calidad que avalan la exquisitez de sus productos. Entre ellos destacan las denominaciones de origen: Piquillo de Lodosa, Alcachofa de Tudela, Espárrago de Navarra y Aceite de Navarra. Pero también poseen los certificados: IFS, Cultivo Ecológico y BRC.

La Catedral de Navarra cuenta cada vez con más cultivos de agricultura ecológica, gracias a los cuales ha obtenido la certificación europea para estos productos. Con este sello, se garantizan prácticas como la rotación de cultivos, los estrictos límites en el uso de productos químicos o el cultivo de variedades autóctonas.

La BRC es una norma desarrollada por el Consorcio Británico de Detallistas (British Retail Consortium) en 1998 que garantiza la seguridad y controla los requisitos legales de los proveedores. El BRC se basa en el análisis de los riesgos en puntos críticos de control (HACCP), el sistema de gestión de la calidad, ambiente de la fábrica, control del producto y control de los procesos y trabajadores.

Por su parte, la norma IFS (International Food Standard) es imprescindible para exportar a Francia y Alemania, aunque otros países como Suiza, Austria, Bélgica o Polonia están apostando también por este modelo. Con el mismo objetivo de seguridad alimentaria que la BRC, nace en el 2002 cuando la Unión Federal de la Asociación y la Distribución alemana (BDH) y la Federación del Comercio y la Distribución Francés (FDC) la desarrollan bajo el paraguas de la Global Food Safety Initiative.

¿Por qué comprar Joselito?

Porque Joselito lleva más de 100 años dedicándose al mundo del jamón y los embutidos ibéricos y a lo largo de 6 generaciones solo han perseguido un único sueño: conseguir el Mejor Jamón del Mundo. Joselito más que una marca es una leyenda y está presente en los restaurantes y tiendas gourmet más prestigiosos de 56 países.

Más de 36 meses de curación otorgan al Jamón Joselito cualidades organolépticas únicas. Empezando por un leve proceso de salado que permite la estabilización de las enzimas y la perfecta conservación de las piezas. Por ello, tanto los jamones y paletas como los embutidos Joselito se caracterizan por su baja salinidad.

Durante el invierno, las piezas permanecen en secaderos naturales en los que la sal migra despacio a través de la pieza y provoca la pérdida de agua. En primavera y verano, en los mismos secaderos naturales se produce lo que se conoce como “el sudado del jamón”, en el que la grasa se funde por las altas temperaturas de las estaciones y penetra en las fibras musculares, otorgando mayor sabor y jugosidad a la pieza.

Al llegar el otoño, comienza el envejecimiento de las piezas en bodegas naturales bajo tierra, con temperatura y humedad constantes. Es aquí donde se produce el afinamiento de la pieza, que permanece varios años hasta conseguir la calidad organoléptica perfecta. Finalmente, se realiza una rigurosa selección: “el calado”. El calado es una técnica que sirve para comprobar las características de cada pieza. Lo realiza el Maestro Jamonero introduciendo una fina y pequeña “cala” de hueso en varios puntos de la pieza.

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