Bonito con tomate a la riojana

Bonito con tomate a la riojana

Celebramos la temporada de bonito del norte con esta receta de bonito con tomate a la riojana

En temporada de bonito, las recetas con bonito fresco abundan en las cocinas españolas, y entre ellas, el bonito con tomate a la riojana es una de las más elaboradas. Una de las cosas que más nos gusta de esta receta es que es de esas que saben mejor al día siguiente, el bonito se mantiene en contacto con el tomate por más tiempo logrando un sabor más pronunciado. El bonito a la riojana es además una de las recetas de pescado preferidas por los más pequeños, una manera de que los niños coman pescado fresco sin tener que pelearnos con ellos.

¿Qué necesitamos?

Receta de bonito con tomate paso a paso

  1. Cortamos la cebolla en tiras y la pochamos en una sartén con aceite de oliva virgen extra. Una vez que tenemos ya la cebolla pochada, añadimos la guindilla y el tarro de tomate triturado y dejamos hacer a fuego suave durante 15 o 20 minutos hasta obtener una salsa de tomate casera rica y con fundamento.
  2. Pelamos los ajos y los doramos en una sartén aparte con aceite de oliva virgen extra y una hoja de laurel. Los ajos simplemente serán para dar sabor al aceite antes de freír el bonito, así que una vez dorados, puedes retirarlos.
  3. Quitamos la piel y las espinas al bonito, lo cortamos en trozos y sazonamos. Os recomendamos enharinar ligeramente antes de meterlo en la sartén, de esta manera evitaremos que salte el aceite y será más difícil que nuestros trozos de bonito se rompan. Con unos dos minutos por cada lado podremos tener nuestro bonito listo.

Agregamos la salsa de tomate elaborada previamente, cortamos los pimientos del piquillo en tiras, juntamos todo y dejamos hacer durante unos 5 minutos más para que el bonito adquiera todo el sabor del resto de ingredientes. Si a vuestros niños no les gusta encontrar trozos de cebolla y pimiento en el plato, podéis pasar por la batidora la salsa dando lugar a un plato de bonito con tomate igual de sabroso para los más pequeños.

Bonito con tomate a la riojana

Para elaborar una buena receta de bonito con tomate a la riojana, además de conseguir una buena pieza de bonito del norte en fresco en la pescadería, también debemos preocuparnos de la calidad del resto de ingredientes que comprondán nuestra receta. Por tanto, para la elaboración de la salsa, Calidad Gourmet, tu tienda de alimentación online, recomienda utilizar Pimientos del Piquillo de Navarra y Tomate Triturado de la marca La Catedral de Navarra. Y, ¿por qué La Catedral de Navarra?

¿Por qué La Catedral de Navarra?

Porque La Catedral de Navarra es una de las más prestigiosas marcas de conservas vegetales de la huerta de Navarra. Una de las bases sobre las que se sustenta la empresa es que la región navarra les regala la exquisitez del producto mientras que ellos solo la preservan para los paladares más exigentes.

La Catedral de Navarra es la gran apuesta de la familia Sainz, que lleva más de 70 años en el sector de las conservas vegetales gracias a su compromiso con la calidad y a su respeto por los productos naturales. El esfuerzo de investigación de La Catedral de Navarra se dirige a mantener intactos el sabor, la textura y la franqueza de las verduras recién cosechadas. Los frutos son elaborados y conservados nada más llegar del campo, y cada paso del proceso vela por que no se pierda ni una pizca de su autenticidad.

Historia de LC

La historia de La Catedral de Navarra se remonta a la primera mitad del siglo pasado. Durante la Guerra Civil Española, las madres de los soldados ya conservaban vegetales, guisos y patés para sus hijos, y en la posguerra era también fundamental guardar el máximo de alimentos en su temporada para disponer de ellos todo el año. Las conservas se convirtieron en algo necesario y cotidiano, sobre todo en regiones como la ribera navarra, donde la fértil huerta regalaba productos exquisitos que merecía la pena guardar.

Petra López, abuela del actual propietario de La Catedral de Navarra, comenzó entonces en Mendavia un pequeño negocio de cerrado de botes, combinando el conocimiento del campo con un marcado carácter emprendedor. Ella y su familia sellaban con estaño tanto sus propias conservas vegetales como las que preparaba en sus casas la gente del pueblo. A mediados de los años 40 vendían ya alcachofas, tomate, pimientos, espárragos blancos y puerros. Desde entonces, todos los esfuerzos de la familia se han dirigido a obtener las mejores verduras y conservar intacto su sabor, lo que ha convertido a La Catedral de Navarra en un sinónimo de calidad.

Sinónimo de calidad

Los productos de La Catedral de Navarra poseen numerosos certificados de calidad que avalan la exquisitez de sus productos. Entre ellos destacan las denominaciones de origen: Piquillo de Lodosa, Alcachofa de Tudela, Espárrago de Navarra y Aceite de Navarra. Pero también poseen los certificados: IFS, Cultivo Ecológico y BRC.

La Catedral de Navarra cuenta cada vez con más cultivos de agricultura ecológica, gracias a los cuales ha obtenido la certificación europea para estos productos. Con este sello, se garantizan prácticas como la rotación de cultivos, los estrictos límites en el uso de productos químicos o el cultivo de variedades autóctonas.

La BRC es una norma desarrollada por el Consorcio Británico de Detallistas (British Retail Consortium) en 1998 que garantiza la seguridad y controla los requisitos legales de los proveedores. El BRC se basa en el análisis de los riesgos en puntos críticos de control (HACCP), el sistema de gestión de la calidad, ambiente de la fábrica, control del producto y control de los procesos y trabajadores.

Por su parte, la norma IFS (International Food Standard) es imprescindible para exportar a Francia y Alemania, aunque otros países como Suiza, Austria, Bélgica o Polonia están apostando también por este modelo. Con el mismo objetivo de seguridad alimentaria que la BRC, nace en el 2002 cuando la Unión Federal de la Asociación y la Distribución alemana (BDH) y la Federación del Comercio y la Distribución Francés (FDC) la desarrollan bajo el paraguas de la Global Food Safety Initiative.

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