El café y su rústico método de elaboración

Conoce los pasos del tueste del café de la manera más rústica

Texto por Calidad Gourmet en colaboración con H.Amezaga

Sur de México

El café, en la gran mayoría de las culturas, es una bebida que reúne a un grupo de personas en un momento determinado, puede ser el descanso del trabajo, un excusa para abordar un tema comprometido, o para calentar el ambiente justo antes de proponer una nueva idea. La pequeña aldea basada en a la agricultura y ganadería que tuve ocasión de visitar durante el mes de abril no es muy diferente

En este poblado chiapaneca cada familia se tuesta el café a su gusto. Tanto niños como adultos disfrutan de este caldo cafeinado comprando los granos recién cortados de los cafetales de una zona vecina. ¡Prendamos el fuego para comenzar el proceso!

“El más común es el mescafé”, explica la madre de familia, “es redonda, puede ser verde o roja”. Con un bol ancho de barro de grandes dimensiones sobre el fuego de leña, María vuelca el kilo y medio de granos gruesos, “ahora se dejan ahí hasta que se pongan negros”. Con perseverancia remueve las enormes semillas, que a poco se doran, con una mazorca de maíz. Esta madre explica el siguiente paso: “una vez todos calcinados completamente los pasaremos por el molinillo sin quemarnos”, sonríe conocedora de su complicación.
Virtiendo periódicamente un puñado de bolas ennegrecidas en la boca del molino, su hija se dedica a hacerlos polvo dando vueltas a la manivela.
Finalmente, tras eso de una hora, este trabajo da como resultado un polvo negro que tiñe las manos y que aún está ligeramente caliente.
Para degustar el fruto del esfuerzo de estos cafeinómanos se pone un puchero sobre las brasas con agua caliente. Al igual que el café turco, cuando el agua empiece a hervir se le echa unas cucharadas del café molido y se deja cocinar. En este punto se le puede echar el azúcar para los invitados que lo prefieran. [slideshow]

El café comercial que se le puede asemejar en intensidad del tueste es el café brasileño de Malongo. Esta claro que no es el mismo grano ni elaboración exacta, pero desde la humilde opinión de una apasionada del café. Ahora que conocéis uno de los procesos de elaboración del café molino, espero que aprovechéis mejor ese vaso humeante al que nos despertamos cada mañana.

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