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La anchoa de Santoña
El reto de la industria conservera de la anchoa de Santoña ante los nuevos compromisos es la calidad y la tradición.
La anchoa de Santoña representa en estos momentos a más de 70 empresas del sector conservero cántabro. Empresas como Conservas Arlequín, Don Bocarte o San Filippo entre otras están asumiendo el rol de mantener la tradición de este famoso bocarte dentro de su proceso productivo, procurando perdurar las labores que han propiciado la continuidad de la incuestionable calidad de la anchoa de Santoña.
La anchoa del Cantábrico es un producto que se caracteriza por una elaboración totalmente artesanal. Las anchoas de Santoña son elaboradas manualmente, eliminadas las espinas y sobadas a mano, y su elaboración está vinculada en su mayoría al empleo femenino. Más de un 90% de sus trabajadoras son mujeres. La tecnología únicamente ha sido utilizada en mejorar y facilitar el trabajo y en el mantenimiento de otras áreas de producción.
Después del final de la campaña de la anchoa del 2010, es tiempo de hacer balance de esta temporada y fijar los nuevos objetivos para campañas venideras. Uno de los objetivos más cercanos es la de constituir una marca de calidad para la anchoa elaborada en Cantabria a través de la oficina de calidad alimentaria, dando un énfasis y una prioridad a los aspectos de calidad y origen del bocarte. Otro objetivo de la industria conservera cántabra es ampliar sus esfuerzos exportadores y abrir nuevos mercados. Sus exportaciones van dirigidas principalmente a países de la unión europea, Europa oriental y África.