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La pesquería del bonito del norte
Las primeras capturas de bonito del norte comienzan a llegar a los puertos cántabros.
La pesca del bonito del norte ha tenido una gran importancia para la flota cantábrica. La costera del bonito del norte se desarrolla entre los meses de junio y octubre, al ritmo de las migraciones de los túnidos. Éstos atraviesan el mar Cantábrico de oeste a este, donde proveniente de las azores culminan su largo viaje hasta los caladeros de las costas del golfo de Vizcaya, aprovechando la abundancia de alimento para después dirigirse de vuelta a las Azores. Esta migración la realizan durante sus cinco primeros años de vida.
Cuando ya son sexualmente maduros migran al oeste, hacia el mar de los Sargazos y otros se dirigen al norte.
El bonito del norte es el Thunnus Alalunga, que como su nombre indica destaca por sus largas aletas. Su tamaño ronda el metro con un peso cercano a los 40 kilogramos.
Hay varias artes de pesca en la que se sustenta su captura, entre las que cabe destacar las artes de cacea y con cebo vivo.
El arte de cacea es una modalidad de pesca que se basa en el arrastre del aparejo, se puede realizar tanto desde una embarcación como desde la orilla. Es una modalidad de la segunda mitad del siglo XVIII utilizada por pescadores de Asturias y Galicia. El segundo método es el del cebo vivo utilizado más entre los pesqueros cántabros y vascos. Es un arte de pesca proveniente de los Estados Unidos y es utilizado desde mediados del siglo XX.
Este año la campaña no ha empezado excesivamente bien con un descenso considerable de las capturas debido a las bajas temperaturas de las aguas, pero entre los pescaderos también se comenta la feroz competencia de los barcos japoneses que están arrasando con los túnidos. De todos modos se confía en un repunte en las capturas al final de la temporada.