Cómo maridar alcachofas

Cómo maridar alcachofas

Con las alcachofas de Tudela así como con otras verduras como las habitas baby o los espárragos de Navarra siempre se encuentran ciertas dificultades para encontrar un vino que se adapte al sutil sabor de estas hortalizas de la huerta Navarra.

En esta entrada pretendemos hacer un pequeña guía de cómo degustar con vino este apreciado vegetal.

A modo de introducción decir que uno de los componentes de la alcachofa es la cinarina, sustancia que a pesar de ser muy beneficiosa para organismo, especialmente para el hígado y la vesícula biliar, no congenia con el vino, ya que produce que el vino tenga un sabor dulce.

maridar alcachofasPara evitar este problema, podremos realizar tres acciones:
Si ponemos las alcachofas a la brasa, la acción de la cinarina parece desaparecer.
Otra opción es condimentar las alcachofas con ajo o con especias, en este caso el sabor de estos condimentas ocultarán el dulzor de la alcachofa.
Por último, no incluir las hojas, ya que la mayor parte de la cinarina aparece en las mismas.

¿Con qué vino?

Por norma general es recomendable un vino con poca acidez, incluyendo vinos blancos secos de uva Chardonnay y Sauvignon Blanc. Igualmente acepta de buen grado vinos fino de Jerez, manzanilla y tanto Albariño como champagne rose.

Otro maridaje posible puede ser un refrescante buen vino rosado navarro o incluso un vino tinto joven de la región en platos en los cuales acompañemos las alcachofas de Tudela con tomates o pimientos, por ejemplo a las brasas o guisadas.

Como norma evitar vinos tintos con mucho tanino y vinos dulces.

¿Por qué La Catedral de Navarra?

Para poder acompañar unas alcachofas en conserva necesitamos asegurarnos la calidad del producto y, para ello, no hay nada mejor que aportar sobre seguro. En este caso, apostar sabiendo que vas a ganar significa comprar La Catedral de Navarra porque La Catedral de Navarra es una de las más prestigiosas marcas de conservas vegetales de la huerta de Navarra. Una de las bases sobre las que se sustenta la empresa es que la región navarra les regala la exquisitez del producto mientras que ellos solo la preservan para los paladares más exigentes.

La Catedral de Navarra es la gran apuesta de la familia Sainz, que lleva más de 70 años en el sector de las conservas vegetales gracias a su compromiso con la calidad y a su respeto por los productos naturales. El esfuerzo de investigación de La Catedral de Navarra se dirige a mantener intactos el sabor, la textura y la franqueza de las verduras recién cosechadas. Los frutos son elaborados y conservados nada más llegar del campo, y cada paso del proceso vela por que no se pierda ni una pizca de su autenticidad.

Historia de LC

La historia de La Catedral de Navarra se remonta a la primera mitad del siglo pasado. Durante la Guerra Civil Española, las madres de los soldados ya conservaban vegetales, guisos y patés para sus hijos, y en la posguerra era también fundamental guardar el máximo de alimentos en su temporada para disponer de ellos todo el año. Las conservas se convirtieron en algo necesario y cotidiano, sobre todo en regiones como la ribera navarra, donde la fértil huerta regalaba productos exquisitos que merecía la pena guardar.

Petra López, abuela del actual propietario de La Catedral de Navarra, comenzó entonces en Mendavia un pequeño negocio de cerrado de botes, combinando el conocimiento del campo con un marcado carácter emprendedor. Ella y su familia sellaban con estaño tanto sus propias conservas vegetales como las que preparaba en sus casas la gente del pueblo. A mediados de los años 40 vendían ya alcachofas, tomate, pimientos, espárragos blancos y puerros. Desde entonces, todos los esfuerzos de la familia se han dirigido a obtener las mejores verduras y conservar intacto su sabor, lo que ha convertido a La Catedral de Navarra en un sinónimo de calidad.

Sinónimo de calidad

Los productos de La Catedral de Navarra poseen numerosos certificados de calidad que avalan la exquisitez de sus productos. Entre ellos destacan las denominaciones de origen: Piquillo de Lodosa, Alcachofa de Tudela, Espárrago de Navarra y Aceite de Navarra. Pero también poseen los certificados: IFS, Cultivo Ecológico y BRC.

La Catedral de Navarra cuenta cada vez con más cultivos de agricultura ecológica, gracias a los cuales ha obtenido la certificación europea para estos productos. Con este sello, se garantizan prácticas como la rotación de cultivos, los estrictos límites en el uso de productos químicos o el cultivo de variedades autóctonas.

La BRC es una norma desarrollada por el Consorcio Británico de Detallistas (British Retail Consortium) en 1998 que garantiza la seguridad y controla los requisitos legales de los proveedores. El BRC se basa en el análisis de los riesgos en puntos críticos de control (HACCP), el sistema de gestión de la calidad, ambiente de la fábrica, control del producto y control de los procesos y trabajadores.

Por su parte, la norma IFS (International Food Standard) es imprescindible para exportar a Francia y Alemania, aunque otros países como Suiza, Austria, Bélgica o Polonia están apostando también por este modelo. Con el mismo objetivo de seguridad alimentaria que la BRC, nace en el 2002 cuando la Unión Federal de la Asociación y la Distribución alemana (BDH) y la Federación del Comercio y la Distribución Francés (FDC) la desarrollan bajo el paraguas de la Global Food Safety Initiative.

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