Las propiedades nutritivas del Espárrago de Navarra

Antecedentes

El espárrago de Navarra es una planta mediterránea. Su origen se sitúa entre los ríos Tigris y Eúfrates. Egipcios y griegos ya lo consumían, pero es en la época romana cuando tomó una gran popularidad. Fueron los romanos quienes introdujeron su cultivo y consumo en la península ibérica, pero con la caída del imperio romano su cultivo descendió notablemente. Pasó a ser una planta medicinal durante muchos siglos, siendo un cultivo muy minoritario. El nacimiento de la burguesía hizo popularizar su consumo.

Hasta finales del XIX, el espárrago que se consumía era el verde, pero en ese momento comenzó a imponerse su cultivo bajo tierra, lo que dio lugar a la aparición de la variedad blanca.

Propiedades nutritivas

Las verduras en general son alimentos de bajo aporte energético, pero el espárrago en particular es especialmente escaso en calorías. Prácticamente no tiene grasas ni hidratos de carbono y, por el contrario, presenta una cantidad de proteínas extrañamente elevada si tenemos en cuenta que estamos hablando de una hortaliza. Además, su aporte de fibra dietética es muy importante, y el de vitaminas y minerales también.

Al hablar de las vitaminas del “Espárrago de Navarra”, hay que mencionar la presencia de tiamina, riboflavina, niacina y sobre todo de alfatocoferol. Esta sustancia, conocida también como vitamina E, es uno de los antioxidantes naturales que podemos encontrar en los alimentos. Juega un papel esencial en el desarrollo y mantenimiento del sistema nervioso central, nervios periféricos y músculos de niños y adultos; y en la actualidad se está estudiando su influencia sobre el perfil de riesgo cardiovascular, así como sus acciones inhibitorias sobre el crecimiento de las células de la leucemia. Aunque no tenemos un órgano específicamente diseñado para almacenar la vitamina E, nos encontramos con pequeños almacenes en el hígado y en el tejido adiposo, con la ventaja añadida de que, cuando una persona adelgaza (pierde tejido graso), la vitamina E almacenada en dicho tejido no se pierde.

Pero además, el espárrago tiene una sustancia activa muy característica: la asparragina, sustancia volátil que potencia el efecto diurético del espárrago ayudando en el caso de que se padezca retención de líquidos o hipertensión asociada al sobrepeso.

En el lado negativo de la balanza, el espárrago contiene una considerable cantidad de purinas que en el organismo se transforman en ácido úrico. En caso de hiperuricemia, gota y litiasis renal por sales de ácido úrico, su consumo deberá ser moderado.

 

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