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Temperatura del vino: ¿a qué temperatura debemos servir el vino blanco?
La temperatura del vino varía dependiendo de la variedad del caldo en la que nos encontremos, te mostramos la temperatura más adecuada para el vino blanco.
La temperatura del vino es un elemento fundamental a la hora de servir cada bebida. Gracias a una temperatura ideal, podemos llegar a percibir todo el aroma, sabor y tacto de cada caldo a la hora de degustarlo. El término ‘chambrear’ proviene de la palabra francesa ‘chambrer’ y significa dejar los vinos a temperatura ambiente. Este concepto sin embargo, no puede tomarse al pie de la letra ya que si nos encontramos en Sevilla en pleno verano, no sería para nada apropiado tomar un vino a 35º, temperatura que probablemente se alcanzaría en esta región durante los meses más calurosos.
En el post de hoy vamos a hablar de la temperatura del vino blanco, un vino que por sus características especiales debe tomarse por norma general algo más frío que el resto.
– Temperatura vinos blancos dulces: Uno de los caldos que más frío debe tomarse. Para poder degustar de todo el dulzor de este vino sin que llegue a ajarabezarse, el vino blanco dulce debe tomarse a unos 5º.
– Temperatura vinos blancos jóvenes: la temperatura de los vinos blancos jóvenes rondaría entre los 7º y 10º, a una temperatura mayor se resaltarían los valores alcohólicos mientras que a una temperatura menor se enmascarían los aromas finos proporcionándole un sabor insípido.
– Temperatura finos y manzanillas: entre 7º y 10º sería la temperatura adecuada para este tipo de vino. Si servimos un fino o una manzanilla a una temperatura superior perdería sus aromas salinos.
– Temperatura txakolis: lo correcto sería servirlos entre 8º y 10º ya que si aumentamos los grados se resaltaría de forma punzante su acidez y se perderían los matices aromáticos.
– Temperatura vinos blancos con crianza: al igual que en el caso de los txakolis, la temperatura de vinos blancos con crianza rondaría los 10º y 12º. A esta temperatura se mantendrían los aromas terciarios sin perder los propios del fruto.
Para mantener correcta la temperatura del vino blanco, te recomendamos que emplees una cubitera de hielo. Meterlo directamente en el congelador no sería lo más conveniente ya que supondría un enfriamiento demasiado drástico.