Tiramisú de Manzana

Te enseñamos a realizar un tiramisú de manzana, un postre gourmet mucho más sencillo de lo que pensabas

El tiramisú de manzana es uno de los postres que más suelen gustar, pero nada tiene que ver un tiramisú de manzana comprado en los supermercados con uno realizado por nosotros mismos en casa. Como sabemos que el mes de septiembre no suele ser fácil para nadie (vuelta al trabajo, vuelta al cole, gastos y más gastos…), hoy te proponemos una receta que te endulzará un poco esta cuesta tan agridulce.

Ingredientes

• 1 tarro de dulce de manzana
• 150 gramos de queso mascarpone
• 150 gramos de yogur tipo griego
• 2 manzanas ácidas
• 8 galletas
• Zumo de un limón
• 2 cucharadas soperas de azúcar
• Un poco de canela

Elaboración

1. Colocamos en un bol el queso mascarpone con el yogur y la cucharada de azúcar y batimos bien hasta que se integren los ingredientes dando lugar a una crema bien firme.
2. Pelamos las manzanas y las cortamos en daditos pequeños.
3. A continuación trituramos las galletas hasta conseguir una textura fina de arena. Si lo preferimos, podemos reservar cuatro de las galletas y en vez de desmigarlas, trocearlas en pedazos pequeños, esto le dará un toque extra crujiente.

Montaje del tiramisú

Podemos emplear pequeños vasos e incluso copas. En la base colocaremos las galletas espolvoreadas y posteriormente la crema de queso y yogurt. Una vez preparada esta base añadiremos una capa de dulce de manzana, otra con las manzanas troceadas y por último, otra con la crema de yogur y mascarpone. Para decorar podemos utilizar una pequeña parte de las galletas trituradas para espolvorear por encima.

¡A disfrutar!

¿Y qué es el Mascarpone?

El queso mascarpone es un tipo de queso cremoso de origen italiano y que es muy sencillo de elaborar en casa. Para ello necesitamos 500 gramos de nata para montar y 30 ml de zumo de limón. Además necesitaremos también un colador grande y gasa esterilizada. Es importante tener en cuenta que la nata no debe estar fría cuando vayamos a trabajar con ella. En un bol batimos la nata con el zumo de limón hasta que espese. Después volcamos la masa en el colador, la apretamos para ayudar a quitar el líquido sobrante, lo tapamos con la gasa y lo cubrimos con papel film para evitar que coja olores y lo guardamos en la nevera durante 24 horas. Pasado ese tiempo batimos un poco y a disfrutarlo.